Honduras presenta una gran cantidad de problemas
ambientales que constituyen un riesgo enorme para las familias más vulnerable
del país ya sea riegos naturales es decir, deslizamientos, huracanes, tormentas
y sequías o problemas en la salud debido a la contaminación del agua y el
ambiente ocasionados por la mano indiscriminada del hombre.
Todos los hondureños hemos notado un cambio brusco en la
temperatura del ambiente y se ha vuelto tan común la frase “que calor hace” en
los últimos años esto debido según la comisión Permanente de contingencia
Dicho
esto es notable que existe un problema grave respecto al control y mitigación
de la quema de bosque en el país según las autoridades se han endurecidos las
penas contra las personas que ocasionan los incendios, pero todos los años
vemos cerros y montañas encendidas más comúnmente en la época de veranos lo que
ocasiona altas temperaturas, una gran neblina de humo en las ciudades
principalmente como en Tegucigalpa lo cual deriva en enfermedades respiratorias
en aquellas personas vulnerables ya sean niños, adultos personas con asma etc.
desabastecimiento de agua algo que últimamente ha venido sufriendo la capital
de país y además de falta de irrigación de los cultivos
lo que ocasiona un perdidas económicas en el sector agrícola precisamente en
aquellos pequeños productores que no cuentan con equipos especializados de
irrigación, ya sea sistema de riego por goteo o de aspersión.
En
cuanto a la contaminación del aire esta es ocasionada por las industrias, los
medios de transporte y las quemas de bosque y son responsables de la generación
de gases y partículas contaminantes en el ambiente.
En las principales ciudades Tegucigalpa y San
Pedo Sula los principales contaminantes son las emisiones vehiculares,
incendios, quemas y las operaciones industriales.
Pero
¿por qué representa un problema para las persona la contaminación del aire?,
bueno, porque esto ocasiona problemas cardiovasculares en los que se ven más
afectados los menores de edad. La situación de Honduras es alarmante ya que
pese a ser un país poco industrializado y poblado, con relación a los grandes
orbes del mundo, sus niveles de contaminación andan casi en la misma escala. y
es importante señalar que para combatir estos problemas es necesario medir con
precisión el grado de contaminación del aire, en Tegucigalpa se cuenta con esto
desde 1994 y en San Pedro Sula donde recientemente se instaló, Según el Centro de Estudios y Control de
Contaminantes (Cescco), que se encarga de monitorear la calidad del aire, las
primeras lecturas establecen que la calidad en algunas semanas sobrepasa los
niveles recomendados por la OMS, que son 50 microgramos por metro cúbico de
partículas menores a 10 micras de media en 24 horas, es decir, hollín, polvo,
partículas metálicas, cemento, polen, algunos gases, entre otras.
En
cuanto a la contaminación de las fuentes de agua se puede de decir que debido
al crecimiento poblacional y al efecto de la creciente urbanización e
industrialización, se tienen graves problemas de contaminación de los cuerpos
de agua, se puede mencionar que según
Los ríos Choluteca, Chamelecón y Ulúa son los casos
más delicados de contaminación, ya que reciben las aguas negras de las ciudades
de Tegucigalpa y Valle de Sula, reciben los desechos industriales, agroquímicos
usados o fabricados en las cuencas, los depósitos de basura en sus orillas y
sedimentos, entre otros.
A
nivel nacional existe una crisis de control sobre los desechos sólidos los
cuales son tirados en los ríos y que debido a ello se ocasiona una degradación
de las áreas naturales, inundaciones en las épocas de lluvia, enfermedades como
la fiebre tifoidea, disenterías (amebas), cólera, hepatitis, etc. Ya que
tampoco se cuenta con un sistema de tratamiento de aguas en la mayoría del país.
Es
común cuando viajamos a Tegucigalpa sentir un mal olor a aguas residuales o
aguas negras esto debido a que como ya se había mencionado todos esos desechos
son depositados en el rio Choluteca y este apenas mantiene su corriente y como
hemos visto en estos últimos años el caudal se ha secado completamente, por lo
cual ese estancamiento de agua ocasiona esos malos olores que también derivan
en contaminación del aire y por ende en la propagación de enfermedades.
El
nivel de contaminación de los suelos está relacionado con el uso excesivo de
agroquímicos; la falta de control en la explotación de los recursos naturales
no renovables como minería y el manejo inadecuado de los desechos sólidos y
líquidos domésticos e industriales. La descarga de los residuos domésticos en
los “botaderos municipales” y a cielo abierto altera las características
físicas y biológicas del suelo y en algunos casos las características químicas
al depositar desechos industriales.
A
pesar de que se cuenta con sistema de recolección de basura en las ciudades
dirigidos por las alcaldías es preciso señalar que existe una en muchos de los
Hondureños de botar la basura en cualquier lugar, ya se a la orilla de las
carreteras, en las calles o en los ríos quizás porque en algunas zonas de las
ciudades no pasa el camión de la basura o simple y sencillamente lo hacen por
la falta de educación, hay que recordar que muchas personas no cuentan con
educación y sensibilización respecto al tema.
Por
otro lado, Honduras es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
Según el Índice Global de Riesgo Climático
Los
efectos del cambio climático en país se han intensificado en los últimos años.
Su avance y perjuicios se han evidenciado aceleradamente. Dos sectores se han
visto particularmente afectados: el sector agua y el sector productivo. Y un
sector, el sector transporte, es uno de los principales contribuyentes para el
deterioro climático.
Las
sequías y la erosión de los suelos han perjudicado poderosamente a la
agricultura, condicionando así la economía, la producción comercial y la
seguridad alimentaria de los ciudadanos.
Según
reporta el
Es
por eso que es necesaria una intervención oportuna para hacer viable la vida
cotidiana en nuestro país pues si seguimos a este ritmo pronto nos quedaremos
sin fuentes de agua, sin bosques, sin fauna y sin salud.
Debe
haber un programa que realmente intervenga en la conservación de la flora y
fauna y un sistema de justicia que comprometido con meter presos a las personas
que se lucran de la tala y quema de madera de los bosques protegidos, que
multen a esas empresas industriales que tiran sus desechos tóxicos en los
principales ríos del país y que se eduque a una nueva generación con valores
hacia el amor al medio habiente a través de un sistema de educación capacitado.
Bibliografía
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